La historia detrás del Día del Trabajo

1 de mayo: Día Internacional de los Trabajadores

Este primero de mayo se celebra en gran parte del mundo el Día Internacional de los Trabajadores. Más allá de ser un festivo que cae como un bálsamo cada año, esta conmemoración tiene una historia detrás, en la que cinco hombres fueron condenados a la horca, dos a cadena perpetua y otro más a quince años de trabajos forzados, por exigir, en 1886, la mejora de sus condiciones laborales

Los “martires de Chicago”, como se conoce a este grupo de hombres, fueron condenados por la muerte de un policía, a causa de un artefacto explosivo que se activó el 4 de mayo, tras varias protestas iniciadas el 1 de mayo. En ese entonces, más de 200.000 trabajadores en Estados Unidos exigían el cumplimiento de la ley que establecía la jornada laboral en ocho horas y que las compañìas ignoraban asignando horarios de hasta 18 horas.

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Si bien la prensa y los empresarios trataron de desestimar y minimizar los reclamos de los trabajadores, sus peticiones no eran arbitrarias, primero, porque ya había sido sancionada como ley por el presidente Andrew Johnson en 1868,  y en segundo lugar, porque la idea era equilibrar la vida en tres momentos del día: ocho horas de trabajo, ocho horas de esparcimiento y vida familiar y ocho horas de sueño.

Trayendo esta historia al presente, hoy la búsqueda por mejorar las condiciones de trabajo se basa en la consecución de beneficios que nos permitan alcanzar el bienestar en todas nuestras facetas. Sin duda, el trabajo representa una de las actividades más importantes para los seres humanos, por lo cual la idea es que contribuya tanto en el desarrollo profesional, como en el crecimiento personal, siendo un medio para la realización de muchos de nuestros proyectos de vida

Justamente, en un momento como el que vivimos hoy, nuestro trabajo debe ser un soporte y no una carga. Desde casa se hace difícil separar nuestros roles, por lo que es esencial tener tiempo de calidad para nosotros, lo cual es imposible si nuestros jefes nos requieren a cualquier hora, cualquier día, sin considerar los horarios.

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Por este motivo, es importante buscar espacios de conversación donde te comprometas a realizar tus tareas en los momentos establecidos, pero que también queden claros aquellos de descanso y de vida personal, en los que las funciones del trabajo no puedan tener injerencia. Sin este acuerdo será muy difícil alcanzar el bienestar en tiempos del teletrabajo.